El Colegio Parroquial Gratuito “Madre Admirable”, está situado en el Cerro San Pedro del El Agustino. Nuestros alumnos proceden de este lugar además de Santa Clara de Bella Luz, 7 de Octubre, Yerbateros, Valdivieso, San Jacinto, Jorge Chávez, zonas todas de carácter popular y de condiciones precarias. El Colegio nace en 1963 a petición del cardenal Juan Landázuri a las religiosas del Sagrado Corazón de Jesús en la época del vaticano II para resolver, desde la educación, las necesidades de las primeras barriadas de Lima San Pedro y San Cosme, necesidad de tener agua, desagüe y luz, que no íbamos a resolver directamente con la educación, pero que sí podía en nuestros estudiantes y comunidad educativa desarrollar la capacidad de organización, de liderazgo, de trabajo colectivo, de bien común, de solidaridad que contribuyan a resolver estas necesidades básicas. El Colegio se ha caracterizado por una búsqueda constante de alternativas pedagógicas que respondan con y desde nuestra espiritualidad a las necesidades más urgentes de la comunidad. Por ello en 1988 consolidamos nuestro Proyecto Educativo y lo denominamos “Cristiano Popular”. Ahora las necesidades y problemas son otras: la desocupación, el subempleo, el comercio de artículos robados y otros problemas que se deducen como consecuencia e influy... LEER MÁS...

Queremos ser una comunidad educativa identificada con los sentimientos de Jesús, fundada sólidamente en valores cristianos, sensible al mundo de los pobres y excluidos, comprometidos a vivir la educación como un proceso de transformación, de inclusión y diálogo entre culturas. Abierta al cambio, desarrollando un Proyecto Educativo liberador de educandos y educadores, articulados en redes que potencien la calidad educativa y la formación de líderes para la construcción de una sociedad más equitativa, justa y solidaria.

La Comunidad Educativa “Madre Admirable” conocedora de su realidad y en respuesta a ella, fiel a la misión educativa de Magdalena Sofía forma integralmente a cada alumno(a) desde los valores cristianos, desarrolla en ellos el amor al corazón de Jesús. Desde la construcción de aprendizajes significativos, los alumnos toman conciencia de su realidad, de su responsabilidad como peruanos participando democráticamente, valorando la diversidad y la diferencia de sus pares, siendo críticos, creativos, defensores de los derechos humanos y de la vida, resilientes, investigadores, autónomos con capacidad de decidir y organizarse para ser gestores de un trabajo útil con criterios éticos que los lleve a construir una nueva sociedad humana cristiana y solidaria.

En las líneas de fuerza que presentamos reconocemos el espíritu que Magdalena Sofía nos encarga custodiar y compartir: es nuestra más preciada tradición de familia y el legado para quienes quieran ser discípulos de Jesús siguiendo sus huellas. Con gratitud y responsabilidad nos sentimos retados a profundizarlas vitalmente a través de nuestro servicio educador en la Iglesia. 1. Contemplación del mundo con los sentimientos de Jesús El misterio de la REDENCIÓN nos sumerge en el mundo herido por el pecado, en el que sobreabunda la gracia, para descubrirlo y sentirlo con los ojos compasivos y el Corazón traspasado de Jesús, reconocer en sus constantes la acción misma del Padre “que siempre trabaja” y abrirnos a la verdad del Espíritu progresivamente. Con estos sentimientos miramos y asumimos la cruda realidad de pobreza e injusticia cuyos rostros sufrientes son concretos y diversos: personas excluidas, organizaciones debilitadas, medio depredado, competencia desigual, violencia y corrupción institucionalizadas. A semejanza del pueblo elegido que se inició en el conocimiento de Dios en la experiencia del éxodo, nuestros pueblos han aprendido: o A celebrar al Dios de la Vida, reconociéndolo aún en medio del dolor y la opresión. o A disfrutar de la gratuidad de la creación y del sentido de la historia más allá d... LEER MÁS...