Nuestra labor educativa se inició en 1964 por iniciativa de la congregación de las "Hermanas Franciscanas Misioneras del Niño Jesús" , que por esos años dirigía la madre Sor Magdalena Prúneri Quetti. Lleva el nombre de "Sor Querubina de San Pedro" en memoria a la primera religiosa que presidió el grupo de misioneras italianas venidas al Perú, en respuesta a la necesidad de evangelizar en los lugares más apartados de nuestro país. Ella fue una mujer de grandes virtudes y valores personales. Nuestro Centro Educativo funcionó inicialmente como una escuela Mixta en Educación Primaria. En 1982, gracias al esfuerzo de la Hna, Chiara Agnese Farella, se crea la Secundaria, posteriormente, en 1999 el nivel inicial dando solución a los requerimientos de los Padres de Familia. El servicio se prolonga hasta nuestros días bajo la Dirección de la Madre Rosa Stella Colasante Pietropaolo, quien junto con la congregación brinda una educación cristiana basada en la caridad, según las enseñanzas de la Madre Fundadora: Barbara Micarelli.  

Queremos ser una Comunidad Particular que tenga como centro de su vida a Cristo con valores y virtudes humanos, cristianos y franciscanos brindando una educación humanista, científica y tecnológica promoviendo el pensamiento crítico, la reverencia a la naturaleza, la responsabilidad intelectual, el goce por la diversidad relacionadora de los hechos que rodea la vida del ser humano.

Brindar una educación integral a los alumnos aplicando la Pedagogía del Amor, enseñar con amor, corregir con amor, hacerse amar y no temer, con cordial acogida de escucha y de diálogo para que sepan afrontar los retos y desafíos que la sociedad les presenta con responsabilidad, creatividad, solidaridad, fraternidad para que maneje la ciencia y las herramientas de la tecnología de la información y comunicación al servicio del ser humano.

1.- La persona humana es el centro de la convivencia de nuestra comunidad educativa, reconociendo al alumno como principio, centro y fin de nuestra labor educativa. 2.- Reconocemos en cada persona, con inteligencia, voluntad y libertad que cada persona es el rostro, imagen y semejanza e hijo de Dios. 3.- Regimos nuestra convivencia educativa, teniendo a Cristo como modelo de la vida a la luz de su palabra. Por tanto la filosofía de la educación exige fundamentarse en la teología de la educación que enriquece la visión filosófica y la relación cristiana de carácter sobrenatural. El típico “saber humano” tiene que ver con la verdad revelada por Dios cuya última garantía es ofrecida por la misma autoridad divina. El saber pedagógico exige aclarar la estructura epistemológica del saber acerca de la Educación; este asunto nos lleva a estudiar y reflexionar dentro de la filosofía y metodología aplicada en la educación católica y Micareliana. 4.- La disciplina es un proceso de acompañamiento hacia la búsqueda de la verdad y el bien, propiciando la autodisciplina por medio de la libertad con responsabilidad. 5.- Vivimos dentro de un ambiente eclesial, siendo educador dentro de la espiritualidad franciscana. 6.- La autoridad es un servicio que se debe ejercer con el testimonio de vida. 7.- La corrección con amor, va en función... LEER MÁS...